EL QUE VIENE…
Por Enrique Moreno Laval sscc
¿Quién es el que viene? Ciertamente es Jesús. Pero la verdad es que ya
vino Jesús, y estrictamente hablando, no se ha ido nunca, porque permanece
resucitado con nosotros para siempre. Entonces ¿a quién esperamos o, mejor
dicho, qué esperamos? Esperamos que algún día, ojalá pronto, la presencia de
Jesús se haga plena en la manifestación total de ese proyecto que él nos trajo
de parte del Padre Dios y que lo llamó su “reinado”.
Se trata de la manifestación plena de lo que Jesús es y significa para
toda la humanidad; es decir: otro mundo posible para todos, más humano, más
justo, más digno, más verdadero, más fraterno, más gozoso, más lleno de vida.
Esto es lo que esperamos y este Adviento que hemos comenzado viene a animar
nuestra esperanza, para que desde ya empecemos a trabajar con urgencia por
conseguir lo que esperamos, para demostrar con hechos que hay una diferencia
entre la espera y esperanza. Mientras la espera es pasiva y tediosa, la
esperanza es activa y creativa.
“El Espíritu Santo es imaginación” –decía este lunes 28 el obispo
Manuel Donoso (segundo párroco de nuestra parroquia San Pedro y San Pablo,
1973-76), cuando dábamos gracias a Dios por sus 50 años de ministerio
presbiteral. Y tiene toda la razón, el Espíritu es creatividad, es renovación
de todas las cosas y de todas las personas, es explosión de libertad y comienzo
de un mundo nuevo. Ese Espíritu de Jesús está disponible para nosotros desde
siempre y ahora queremos activarlo. Para eso es el Adviento.
¿Será soñar demasiado? Pero ¿por qué? ¡Pobres de nosotros si no
tuviéramos sueños! De hecho, cada uno los tiene, todos los tenemos. Sólo hace
falta empezar a hacerlos realidad. Jesús está con nosotros. Ven, Señor Jesús.
Te esperamos.
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