29 de agosto de 2011

EL MENSAJE DE LOS LUNES: Desde la fe, comentando el día a día

¿Entusiasmo pasajero?

Por Enrique Moreno Laval sscc

Suele ocurrir con nosotros los cristianos lo que le pasó a Pedro, el apóstol de Jesús. Después de haberlo reconocido entusiastamente como “el Mesías, el Hijo de Dios”, echa pie atrás cuando Jesús le aclara que este mesías debe sufrir y padecer la muerte por su coherencia hasta el final. Lo cuenta el evangelio de este domingo recién pasado (28 de agosto). Tan descolocado quedó Pedro que reprendió a Jesús y le dijo: “No, Señor, esto no puede ocurrir”. No se le escapaba a Pedro que, al permanecer como discípulo, él tendría que padecer lo mismo.

¿Qué nos dice a nosotros cristianos de hoy este entusiasmo pasajero de Pedro? Sin duda, nos interpela. Nos cuestiona. Nos desafía. ¿Será que también nosotros, después de un gran entusiasmo por seguir al Señor, vamos dejando de lado su camino cuando experimentamos su exigencia? Dicho en palabras muy comunes de nuestro lenguaje de hoy: ¿arrugamos o aperramos? No estamos tan seguros de la respuesta y lo más probable es que ambas actitudes convivan en nuestro corazón en distintos momentos.

Jesús fue terminante con Pedro, incluso duro y severo: “Retírate de mí, Satanás” –le dice. Y agrega: “Me pones obstáculos. Tu manera de pensar no es la de Dios”. Precisamente la palabra “satanás”, de origen hebreo, significa “el que pone obstáculos a otro en el camino”. Pedro se ha transformado así en un tentador para Jesús. Y Jesús insiste: “Hay que estar dispuesto a perder la vida para ganarla, hay que hacerse capaz de llevar la cruz todos los días”. Y no sólo la cruz de nuestros personales dolores, dificultades o contratiempos, sino las cruces de todos aquellos que, por la injusticia humana, son hoy crucificados día tras día.

Si nuestro entusiasmo es sólo pasajero, si tan sólo nos dura hasta que viene la incomodidad o un problema, es porque nuestra fe es aún muy superficial, no ha echado raíces en nosotros, no tiene consistencia. Es hora de sacudirnos de todo aquello que no nos permite seguir con todo al Señor. Nuestra parroquia, nuestra Iglesia necesita de gente así. Seamos entusiastas de verdad, de una vez para siempre y sin vuelta atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario