Pedro Pablo Achondo Moya,
sscc
Este día lunes 24 de diciembre
cada uno de nosotros y nosotras vuelve a transformarse en ese pequeño, sencillo
y rústico pesebre. Con nuestras luces y sombras Jesús vuelve –porque así lo
desea- a nacer en nosotros. Primeramente en cada corazón, en cada interior de
nuestro ser, Templo del Santo Espíritu; luego en cada familia, en cada
encuentro, vínculo y relación –cualquiera sea ésta- Después Jesús, el Emanuel,
nace en nuestras comunidades, sencillas, orantes y fraternas. Jesús nace en
nuestros barrios y poblaciones, en nuestras organizaciones comunales,
vecinales, barriales. Dios planta su tienda en nuestro país, en nuestro mundo,
en los lugares donde hay guerra, conflicto y oscuridad; la LUZ de Dios vuelve a
brillar, sigue brillando. Soplemos esta noche la llama de Dios, para que
aumente e incendie el mundo, la historia, el cosmos.
Sólo quisiera desearles una feliz
Navidad a cada uno y cada una….
Especialmente a los sin casa, a
todos aquellos que pasarán esta noche Buena y Santa en las calles, en las
veredas, a la deriva de la sociedad.
Feliz Navidad a los sin hogar, que
teniendo su casa, están solos, tristes o enfermos; a los que no recibirán un
abrazo ni mucho menos un regalo.
Feliz Navidad a los sin esperanza;
aquellos que vienen luchando hace tiempo por un mundo más justo y en paz; por
un mundo de hermanos y hermanas lejos del consumismo y las idolatrías del
mercado.
Feliz Navidad a los que ya no creen ni esperan…
Feliz Navidad a los niños sin padre
ni madre; a los pequeños Jesúses que estiran sus manos en vano, esperando un
dedo firme que los reciba.
Feliz Navidad a los presos y
presas; los que viven injustamente en condiciones infrahumanas, enseñándonos
allí, esa luz que no se apaga.
Feliz Navidad a los hermanos
Mapuche, peñis y lamngen que buscan respeto y dignidad, un trato humano y
defensa de sus derechos.
Feliz Navidad a la Tierra, que nuestro planeta,
casa común de los seres humanos reciba al Niño Dios; que el mundo entero sea el
pesebre donde Dios vuelve a amar y encontrarse con su creatura. “Miren que ya
viene…. Discreto y sin nombre”.
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