He pensado que este tiempo de supervivencia, más allá de lo previsible, es un tiempo de Gracia que me ha regalado quien me ama y quiere ser el Amor de mi vida. El que está esperando que, despojado yo de mí mismo, pueda estar preparado para encontrarme definitiva y plenamente con Él.Es un tiempo para aprender a vivir en disponibilidad cada amanecer y acción de gracias cada atardecer. Quiero abrir mis ojos y mi corazón para reconocerlo presente en mi vida cada momento. Búscandome a mí mismo, me desconcertó saliendome al encuentro, haciendo por mí maravillas, y obligándome a reconocer mi condición de pobre sirvo útil pero prescindible. Y llenó entonces mi vida de alegría y de luz.
Es ocasión para agradecer su Amor hecho presente a través de tantos que no me olvidan y oran por mí. Es la ocasión para reconocer y agradecer el testimonio vivo de fe de tantos hermanos y hermanas que el Señor me ha ido regalando. Es la ocasión para prepararme al definitivo encuentro, buscando sólo la gloria de Dios. Sigo con ánimo disponible para estar donde Él quiera, haciendo lo que Él quiera y hasta cuando Él quiera.
Miguel Esteban Macaya Montero sscc
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