30 de abril de 2012

EL MENSAJE DE LOS LUNES: Desde la fe, comentando el día a día

VIENE EL MES DE MAYO…
Por Enrique Moreno Laval sscc

Viene el mes de mayo y con él una serie de acontecimientos importantes que es necesario tener en cuenta. De partida, el día 1°, día de los trabajadores. Se hace urgente insistir hoy día en la importancia que tiene la persona que trabaja; no puede que tantas veces se le dé más importancia al producto del trabajo que a aquellos y aquellas que lo hacen posible. La dignidad del hombre trabajador y de la mujer trabajadora es pisoteada cuando, por ejemplo, se sigue manteniendo en Chile una escandalosa desigualdad de los ingresos por salario, con todas las consecuencias que esto implica. Esto no nos puede dejar indiferentes.

El 2 de mayo recordaremos en nuestra parroquia a nuestro querido hermano Miguel Macaya, fallecido en un día como aquel, hace dos años. Miguel fue nuestro párroco durante seis años (1988-1993) y volvió a servir abnegadamente en nuestra parroquia el último año de su vida cuando debió reinstalarse en Santiago para cuidar de su salud. El 6 de mayo, que este año caerá en domingo, recordaremos los 11 años desde la muerte de nuestro querido padre Esteban Gumucio, padre y pastor de nuestra parroquia. Su vida sigue acompañando y animando cada uno de nuestros servicios pastorales.

El 10 de mayo se celebraremos la fiesta litúrgica de san Damián de Molokai, sacerdote de los Sagrados Corazones que dio heroicamente su vida por los leprosos excluidos en la isla de Molokai. Su nombre lo lleva una de nuestras comunidades eclesiales de base y nuestra parroquia vecina y hermana. El 13 de mayo, que corresponde al 6° domingo de pascua, se celebrará este año el “día de la madre”, fecha que, si bien se contamina demasiado con el tema comercial, nos recuerda ese amor incondicional y sin reservas de cada una de nuestras madres.

El domingo 20 la Iglesia celebrará la ascensión del Señor y el domingo 27, la gran festividad de Pentecostés: ambas fiestas vienen a subrayar la vida de la Iglesia y su misión de anunciar el evangelio de Jesús a toda la humanidad. Así, como lo podemos apreciar, el mes de mayo viene “recargado”.  Aprovechemos cada uno de estos momentos para que nuestra vida cristiana recupere sentido y nos dispongamos a anteponer siempre la preocupación por las necesidades de los demás por sobre las necesidades propias. Como Jesús, el pastor bueno, que da la vida por sus ovejas.

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