16 de abril de 2012

EL MENSAJE DE LOS LUNES: Desde la fe, comentando el día a día

VISITAR A LOS ENFERMOS
Por Enrique Moreno Laval sscc

“Estuve enfermo y me visitaste”. Esta palabra es de Jesús en el evangelio de Mateo. Corresponde a una de las seis maneras de servir al prójimo que Jesús destaca, junto a dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, alojar al forastero y visitar al encarcelado. Visitar a los enfermos no es entonces una actividad de “segundo orden” para los cristianos sino un servicio que siempre estuvo en el corazón de Jesús.

Ayer, segundo domingo de Pascua, se celebró la fiesta de “Cuasimodo”, especialmente destinada a los enfermos de nuestra parroquia. Con generosidad, con alegría, con devoción, los hermanos y hermanas que participan en la pastoral de la salud organizaron este servicio llevando la comunión a los enfermos que, por su condición de postración, no pudieron participar presencialmente en la reciente celebración de Pascua de Resurrección.

Para visitar a los enfermos se necesita una especial sensibilidad. Es decir, una capacidad de ponerse en el lugar de quien está enfermo y, de alguna manera, padecer con él, entrando en profundidad en esa sensación de invalidez y de soledad que tantas veces aqueja a nuestros enfermos.Se necesita también estar disponible para saber “perder el tiempo” con quien padece, sabiendo que nuestra visita no le mejorará de su mala salud, pero con la certeza de que le ayudará a darle sentido a todo lo que sufre. Se necesita tener voluntad de salir de uno mismo y abrir el corazón para entrar en el otro, empleándose a fondo en la acogida y en la contención afectiva que ese otro requiere. Se necesita gente que quiera conectarse de veras con las personas reales, llevando a una práctica concreta ese “amor al prójimo” que tantas veces pronunciamos teóricamente. Se necesita gente que, de casa en casa, vaya llevando el amor de Jesús.
 
Será bueno revisar en las comunidades de nuestra parroquia cómo anda nuestra pastoral de la salud. Sospecho que se necesitan más personas para cumplir con el mandato del Señor de visitar a los enfermos. ¿Por qué no aventurarnos más en este servicio sencillo y fraterno en el que demostremos que de verdad nos importan las personas y su corazón?

No hay comentarios:

Publicar un comentario