27 de octubre de 2013

A 50 AÑOS DE LA LÓGICA DEL CHACAL DE NAHUELTORO, ESTA SE MANTIENE.

Muchos no habían nacido o éramos muy niños cuando fue fusilado Jorge de Carmen Valenzuela Torres,  allá por el año 1963, popularmente conocido como, el “Chacal de Nahueltoro”. Eran otros tiempos y en Chile existía la vergonzosa pena de muerte.

La película de Miguel Littin de 1969 presenta la paradoja de la rehabilitación de un campesino asesino, alcohólico e ignorante, que aprende a leer, el oficio de hacer guitarra. Un sacerdote lo acompaña espiritualmente - Eloy Parra- , quien será gran defensor de su causa,  quien solicitó infructuosamente un indulto presidencial. Lo educa en la fe católica, y Jorge Valenzuela se arrepiente y… después es fusilado por gendarmería, cumpliendo órdenes de la justicia de Chile. El cineasta refleja en su película esta paradoja que  muestra la inconsistencia de nuestra sociedad frente a los hermanos que han caído en la cárcel por diversas razones.

Escribo estas letras no para conmemorar 50 años de una aberración tan grande como los crímenes cometidos por el “chacal” ni contra él, sino para  “descubrirnos como sociedad repitiendo la historia” y darnos cuenta que esta lógica se sigue manteniendo.  

La lógica de Chacal de Nahueltoro ahora es social, no los fusilamos de inmediato, pero pareciera que se da ese refrán antiguo que dice: “Ojos que no ve, corazón que no siente”.
El Gobierno de Chile frente a los hermanos indigentes o en “situación de calle”, como se les llama hoy, ha implementado políticas de albergues masivos por 69 días. Después deben “volver a la calle e indigencia”. De allí salieron y allí vuelven.  Se busca que no mueran en este período de tiempo en la calle. Después del día 70, parecen nuevamente no importarnos.

Creemos que como sociedad hemos dado buenos pasos. Acaba de anunciar el Presidente en homenaje al Padre Hurtado, una nueva Política Nacional de Calle. Sin duda que esta norma pretende dar respuesta a  esta situación, pero a todas luces es insuficiente y debe ser ampliada y complementada con la experiencia de tantos que voluntariamente están junto al caído en alcohol, droga, o en quiebre familiar, que lo lleva a la calle, engrosando la triste estadística nacional. De acuerdo al Catastro Calle realizado el año 2011 existen 12.255 personas en situación de calle. De ellas 2.003 son adultos mayores y  725 son niños. 

Digámoslo con todas sus letras, el “Estado de Chile”, no el gobierno de turno, no puede repetir la lógica del Chacal de Nahueltoro. Los albergados a lo largo de todo Chile después de 69 días de volver a una cama limpia, de poder bañarse y alimentarse bien una vez al día, de comenzar a socializar, de festejarle su cumpleaños, de interesarse por rehabilitarse de su adicción, de querer rehacer sus lazos familiares y laborales, se le “dice” vuelvan a la calle.  La lógica del Chacal de Nahueltoro se mantiene, y ahora es social… no se le fusila pero casi se le sentencia a muerte, en la calle, porque decidimos nuevamente no verlos. Sentenciado a  muerte por indiferencia social por el Estado de Chile y todos sus habitantes. Que más claro, que más duro y que más inhumano.

René Cabezón Yáñez ss.cc.
Miembro equipo Albergue Padre Esteban Gumucio
Parroquia San Pedro y San Pablo

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