27 de noviembre de 2009

«LLEVAR LA PALABRA DE DIOS A LOS HOMBRES DE HOY CON LOS MEDIOS DE HOY».

La V. Conferencia del Espiscopado Latinoamericano y del Caribe nos propone orientaciones y desafíos para hacer realidad la famosa frase del Beato Santiago Alberione que encabeza este artículo y que recobra vigencia hoy mas que nunca entre todos los que tratamos de ser: “discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida”. (Las Citas corresponden al Documento Conclusivo Oficial de Aparecida).

174.- Los mejores esfuerzos de las parroquias en este inicio el tercer milenio deben estar en la convocatoria y en la formación de laicos misioneros. Solamente a través de la multiplicación de ellos podremos llegar a responder a las exigencias misioneras del momento actual. También es importante recordar que el campo específico de la actividad evangelizadora laical es el complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como los ámbitos de la familia, la educación, la vida profesional, sobre todo en los contextos donde la Iglesia se hace presente solamente por ellos.

484.- La revolución tecnológica y los procesos de globalización conforman el mundo actual como una gran cultura mediática. Esto implica una capacidad para reconocer los nuevos lenguajes, que pueden ayudar a una mayor humanización global. Estos nuevos lenguajes configuran un elemento articulador de los cambios en la sociedad.

485.- “En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios”. “Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia ‘proclama desde las azoteas’ (cf. Mt 10, 27; Lc 12, 3) el mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra una versión moderna y eficaz del ‘púlpito’. Gracias a ellos puede hablar a las multitudes”.

486.- A fin de formar discípulos y misioneros en este campo, nosotros, los obispos reunidos en la V Conferencia, nos comprometemos a acompañar a los comunicadores, procurando:

a).- Conocer y valorar esta nueva cultura de la comunicación.

b).- Promover la formación profesional en la cultura de la comunicación de todos los agentes y creyentes.

c).- Formar comunicadores profesionales competentes y comprometidos con los valores humanos y cristianos en la transformación evangélica de la sociedad, con particular atención a los propietarios, directores, programadores, periodistas y locutores.

d).- Apoyar y optimizar, por parte de la Iglesia, la creación de medios de comunicación social propios, tanto en los sectores televisivo y radial, como en los sitios de Internet y en los medios impresos.

e).- Estar presente en los medios de comunicación social: prensa, radio y TV, cine digital, sitios de Internet, foros y tantos otros sistemas para introducir en ellos el misterio de Cristo.

f).- Educar la formación crítica en el uso de los medios de comunicación desde la primera edad.

g).- Animar las iniciativas existentes o por crear en este campo, con espíritu de comunión.

h).- Suscitar leyes para promover una nueva cultura que proteja a los niños, jóvenes y a las personas más vulnerables, para que la comunicación no conculque los valores y, en cambio, cree criterios válidos de discernimiento.

i).- Desarrollar una política de comunicación capaz de ayudar, tanto las pastorales de comunicación como los medios de comunicación de inspiración católica, a encontrar su lugar en la misión evangelizadora de la Iglesia.

487.- La Internet, vista dentro del panorama de la comunicación social, debe ser entendida en la línea ya proclamada en el Concilio Vaticano II como una de las “maravillosas invenciones de la técnica”. “Para la Iglesia, el nuevo mundo del espacio cibernético es una exhortación a la gran aventura de la utilización de su potencial para proclamar el mensaje evangélico. Este desafío está en el centro de lo que significa, al inicio del milenio, seguir el mandato del Señor, de “avanzar”: Duc in altum! (Lc 5,4)”

488.- “La Iglesia se acerca a este nuevo medio con realismo y confianza. Como los otros instrumentos de comunicación, él es un medio y no un fin en sí mismo. La Internet puede ofrecer magníficas oportunidades de evangelización, si es usada con competencia y una clara conciencia de sus fortalezas y debilidades”

489.- Los medios de comunicación en general no sustituyen las relaciones personales ni la vida comunitaria local. Sin embargo, los sitios pueden reforzar y estimular el intercambio de experiencias y de informaciones que intensifiquen la práctica religiosa a través de acompañamientos y orientaciones. También en la familia deben los padres alertar a sus hijos para un uso consciente de los contenidos disponibles en la Internet, para complementar su formación educacional y moral.

490.- Dado que la exclusión digital es evidente, las parroquias, comunidades, centros culturales e instituciones educacionales católicas podrían ser estimuladoras de la creación de puntos de red y salas digitales para promover la inclusión, desarrollando nuevas iniciativas y aprovechando, con una mirada positiva, aquellas que ya existen. En América Latina y El Caribe existen revistas, periódicos, sitios, portales y servicios on line que llevan contenidos informativos y formativos, además de orientaciones religiosas y sociales diversas, tales como “sacerdote”, “orientador espiritual”, “orientador vocacional”, “profesor”, “médico”, entre otros. Hay innumerables escuelas e instituciones católicas que ofrecen cursos a distancia de teología y cultura bíblica.

517.- Reconociendo y agradeciendo el trabajo renovador que ya se realiza en muchos centros urbanos, la V Conferencia propone y recomienda una nueva pastoral urbana que:

i).- Fomente la pastoral de la acogida a los que llegan a la ciudad y a los que ya viven en ella, pasando de un pasivo esperar a un activo buscar y llegar a los que están lejos con nuevas estrategias tales como visitas a las casas, el uso de los nuevosmedios de comunicación social, y la constante cercanía a lo que constituye para cada persona su cotidianidad.


"EVANGELIZAR AL HOMBRE DE HOY CON LOS MEDIOS DE HOY"


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