Aparecida nos propone que cada bautizado se convierta en un discípulo de Jesucristo en misión permanente. Este compromiso de ser discípulo en estado de misión permanente implica el interés por la búsqueda de la unidad plena de todos los cristianos y por restablecer la comunión con los hermanos de otras confesiones cristianas.Para este año 2009, las iglesias cristianas presentes en Corea, han escogido un texto del profeta de Ezequiel (Ez 37,16-28). Han aplicado este texto a su situación como país, pues hay división nacional (Corea del Norte y del Sur) y como iglesias de Cristo. Han escogido como lema “Estarán unidas en mi mano” (Ez 37,17) para fortalecer su espíritu ecuménico y para motivar la unidad de la Iglesia y de su país.
Durante la semana del 24 al 30 de mayo, todos los católicos estamos invitados a tener un acercamiento fraterno y espiritual con algún familiar, amigo o compañero que sea de otra confesión cristiana, para orar por la unidad y por la paz en nuestro mundo de hoy.
Pidámosle al Señor que “unidos en su mano” podamos alcanzar la unidad y la paz que nos identifique como verdaderos discípulos misioneros de Jesucristo.
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