A tres días de que nuestro querido "Tata Esteban" vuelva a casa, les entregamos resumidos testimonios de algunos de nosotros que tuvieron la oportunidad de contemplar muy de cerca, el paso de este hombre de Dios en medio de nuestras poblaciones.
PADRE GERARDO JOANNON ss.cc.
Religioso sacerdote de la Congregación de los Sagrados Corazones, nacido en 1937. Fue novicio del P. Esteban en 1957 y compartió cercanamente con él sobre todo durante su último tiempo de vida en la Comunidad del Pasaje Cochamó, en San Joaquín.
"Me piden que escriba algo sobre el Padre Esteban.
No es una tarea ni fácil ni difícil, ¡Hay tanto que decir de él! Y por otra parte, "¡Está aún tan presente en medio de todos nosotros que sus palabras y su testimonio todavía nos hablan con convicción y amor!"
"¿Quién no lo ve, sentado y sonriente hablándonos de la cercanía y ternura de nuestro Dios mientras nos cuenta algunos de sus miles de historias que ni el mismo recuerda si son inventadas por su imaginación prodigiosa o escuchadas en algunas de sus tantas conversaciones?"
"¿Quién no recuerda esas manos viriles con esos dedos largos y cálidos agitarse al predicar o posarse cariñosas en la cabeza de los niños de la población?"
"¿Quién no lo ve caminando acelerado y curvado, apoyándose siempre en su compañero el bastón, asistiendo al llamado de un enfermo que lo necesita o acudiendo alegremente y con prisa a una de sus múltiples bendiciones de casas, de niños, de clubes deportivos, de sedes sociales y de cuanta obra requiera su participación?"
"¿Quién de nosotros, sus hermanos de comunidad, no lo recordamos llegar siempre el primero a la capilla o a la reunión de la fraternidad con su cuaderno disponible para anotar las ideas propias y ajenas que bailaban en su mente creativa e inteligente?"
"El Padre Esteban es sinónimo de cariño, cercanía, intimidad con Dios, creatividad, sonrisa, consecuencia, servicio fiel y permanente, alegría de vivir y por sobre todo, un paso de Dios por las calles de nuestra población y por lo más profundo de nuestras personas que hoy bendecimos al Señor al recordarlo con emoción".
GUILLERMO ROMÁN
Empleado Público y Taxista. Casado y padre de nueve hijos. Se conocieron en los primeros años de la Parroquia San Pedro y San Pablo. Fueron cercanos especialmente en el último tiempo de vida del P. Esteban, Guillermo, “el Negro”, era quien lo trasladaba en su taxi.
"Siendo el año 1969 o 1970, estando en mi hogar, apareció en la esquina de mi casa, un Señor Cura el cual me saludó con una sonrisa y se presentó como el Cura Párroco de la Parroquia San Pedro y San Pablo."
"Me consultó si era el dueño de casa y si tenía hijos, le contesté que sí, a lo que él me solicitó, muy humildemente, si podría conocerlos, le contesté que pasara, que era bienvenido; dándole las gracias a Dios por tan digna visita hacia mi familia. Desde entonces, nos hicimos grandes amigos, hasta el día que Dios lo llamó a su lado.
Pero a éste Santo Varón lo fui conociendo lentamente, pues el vivía en una casita que se habían tomado en el pasaje 28 oriente, donde orábamos en conjunto con algunos vecinos y los demás sacerdotes que eran: Carlos Langue, Patricio Frías y Fernando Ugarte."
"Al consultarle a mi amigo dónde quedaba la Parroquia, me invitó a conocerla y fuimos a verla: grande fue mi sorpresa al ver un terreno en el que se pensaba hacer la Parroquia, siempre y cuando los cristianos prestáramos colaboración, a lo que le contesté que tuviera la seguridad que colaboraríamos con mucho amor y cariño a levantar nuestro segundo hogar.
En ésta tarea cooperamos hartos hermanos: Uribe, Contreras, Guido, Castillo, el que está dando su testimonio y muchos hermanos que no me acuerdo de sus datos y a los cuales les pido disculpas."
"El Padre Esteban Gumucio, siempre estuvo a mi lado, preocupado de mis hijos, y orientándolos con su gran diálogo de Buen Pastor.
En mis momentos de gran dolor y aflicción, aparecía levantándome la moral y dándome consejos los cuales me hicieron ser quién soy.
Fui funcionario público gracias a su orientación y buen padre de familia gracias a él."
JOEL MUÑOZ
Destacado dirigente y cercano colaborador del P. Esteban en el compromiso con las organizaciones sociales del sector parroquial. Compartieron su amistad, su solidaridad y su humanidad desde la vida particular de cada uno de ellos. Don Joel fue el primero en soñar y proponer que el P. Esteban fuera sepultado en la Parroquia San Pedro y San Pablo.
"Golpeó la puerta de madera de la casa de madera, con dos piezas de madera y una especie de galpón mal hecho que servía de living, comedor, sala de estar, de planchar, de estudiar, para guarecerse de la lluvia y para recibir a los amigos. Salió mi madre a abrir la puerta de calle, yo estaba allí cerca observando."
"Él le dijo: “Señora…discúlpeme la patudez… ¿le podría echar más agüita a la olla?
Él mostró en sus manos algunos huevos y algunas cebollas. Mi madre, una mujer lavandera con menos de 30 años y 6 hijos, miró con sorpresa y emoción. Frente a ella un sacerdote con sotana, de aspecto bondadoso y sonriente, como un niño….acompañado de tres curas más!!!"
"El Padre Esteban, en ese almuerzo improvisado y nervioso, también nos explicó que necesitaba apoyo para organizar la parroquia de la población, que había que iniciar una Misión."
"Allí, con todos ellos, los pedros, los juanes, los pablos, las marías y las magdalenas de la población, se celebró la primera cena, la que dio origen a la Parroquia San Pedro y San Pablo. La Misión fue un éxito, algo inolvidable. El Padre Fernando Ugarte cantaba a viva voz con su guitarra aquella canción compuesta por él...El Vagabundo… “Yo busco por el mundo, un rato de amistad, ante un vaso de vino y un buen trozo de pan...”
"Desde ese momento vivimos cerca, a una cuadra. Mi madre fue su lavandera, mi padre, su zapatero. Yo su ayudante de misas, boy scout del grupo de la parroquia, fundador de centros juveniles bajo su alero….y tantas cosas más. Él y los otros curas dejaron sus sotanas. Sirvieron para cubrirme del frío a falta de frazadas y cubrecamas. Imagínense dormir tapado por sotanas de un hombre santo. Qué responsabilidad."
"Yo no soy un cristiano con todas las de la ley. Ni siquiera digo soy cristiano a mi manera, como lo dicen muchos. Yo sólo soy un hombre, que se ha equivocado muchas veces en la vida, pero que tuvo la fortuna de conocer a este hombre extraordinario.
Con él, desde mi casa se organizó la junta de vecinos. Con él luchaban los viejos por tener agua, micros, pavimento, seguridad, un policlínico, una cancha de fútbol…. él llevó a connotados políticos de la época a nuestras casas… Don Rafael Agustín Gumucio, Don Julio Silva Solar, Jacques Cholchol…"
"Quiero decir – desde esta modesta historia - que en él vimos a Jesús en la tierra, vimos el amor en los días de lluvia y de sol, en los días de sufrimiento y los días de fiesta, en los polvorientos pasajes de la población, al paso de su bicicleta y los niños gritando detrás de él…tata!, tata!"
"Su mensaje para nosotros fue construir siempre, hacer, vincularnos con los otros, vivir las cosas como se venían, asumir riesgos, tomar compromisos…caminar, sin mirar atrás, perdonarnos y decirnos “no son ustedes los culpables del mal existente…ustedes deben liberarse de ese concepto de culpa y de pecado…los pecados del mundo provienen de los poderosos, los que han explotado a sus padres y a ustedes. Pero sí, ustedes son responsables de su propia liberación, para eso tienen un hermano, apóyense en él, crezcan con él, conversen con él. Jesús está en el otro, en el amigo, en el compañero, en el camarada, en el vecino, en los viejos abandonados, en los niños que sufren…ustedes son responsables – al saber esto – de tomar un compromiso por la liberación y la dignidad de todos”.
“Cada uno de ustedes tiene una cantidad de energía, fuerza, conciencia y creatividad para cumplir su misión. Hagan aquello para lo cual se sienten llamados. Ni más ni menos. No pretendan hacer más de lo que puedan. Pero tampoco hagan menos de lo que pueden”.
"Ahora me voy de este recuerdo. Vuelvo a la vida ordinaria, a tratar de ser digno algún día de haber estado tan cerca de este hombre, nuestro padre. Cuando alguien tiene algún problema acostumbro a decirle, “los pecadores como nosotros, tenemos un pituto en el cielo”, “tenemos un conocido que puede interceder ante el Gran Padre, para que haga la vista gorda a nuestras faltas y mire con más aprecio las pocas cosas buenas que podemos ofrecer”. “Confía en Don Esteban, se la juega por sus hijos y sus amigos allá arriba”.
ANÍBAL MATUS
Mueblista, Casado con Blanca Salazar “la Blanquita” y padre de cuatro hijos. Fue uno de los fundadores de la Comunidad Nuestra Señora de Guadalupe, perteneciente a la Parroquia San Pedro y San Pablo.
"Conocí al Padre Esteban Gumucio cuando llegó a la población Joao Goulart en el año 1964 acompañado de tres sacerdotes jóvenes, iniciando una activa labor pastoral y misionera, visitando y hablando con todos los pobladores, invitándonos a crear la comunidad cristiana. Después de vivir un tiempo como allegados, logran arrendar una casa en avenida Central, hoy avenida Padre Esteban Gumucio, en su honor y recuerdo agradecido por su misión solidaria y pastoral, apoyando con mucho amor a este pueblo sin pastor."
"Creo que la Congregación de los Sagrados Corazones se anota un “poroto” al decidir designar al Padre Esteban y compañía a evangelizarnos. Estábamos muy solos. Misión seguida por los sacerdotes que lo sucedieron. El Tatita nos acompañó hasta los últimos días de su bendita vida."
"La comunidad agradecida cree, y estamos convencidos que Dios Padre nos honrará con un nuevo santo chileno: San Esteban Gumucio Vives. Su ejemplar vida lo amerita y los pobres lo exigimos. Bendito y alabado sea Dios para siempre."
Gracias Señor, Hoy salgo a tu Encuentro.
Hace 14 años
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